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Enredos

domingo, mayo 28, 2006

Vértigo

Vuelta al Mundo


lunes, mayo 22, 2006

Que quieres

Que quieres, que tramas
He visto tu as bajo la manga
Que quieres, que tramas
Descubre tu juego princesa, y descarta

Que quieres, descubre
todas tus verdades e intenciones.
Expone lo que piensas, déjate ver,
libera las ataduras que amarran tu ser
y dime lo que sientes sin temor a perder.

Que tramas, que planes
te traes entre tus bellas manos.
Tus cálculos, tus precisiones e indefiniciones.
Aquello que sabes y no quieres contar
mirándote fijo lo voy a averiguar.

Que quieres, que tramas
He visto tu as bajo la manga
Que quieres, que tramas
Descubre tu juego princesa, y ama.

lunes, mayo 15, 2006

Mi arco iris

Hoy vi un arco iris. Si...
Es raro, porque no llovia, era en una avenida y cerca había un árbol grande, un colegio lleno de chicos, una cabina telefónica, una casa de repuestos de autos, y pocas cosas más. El arco iris no era curvo como usualmente se lo dibuja o se lo puede ver en la lluvia. Era recto y atravesaba la vereda. Su origen aún lo desconozco.
Una vereda gris con un arco iris brillante dibujado... Me detuve un segundo a apreciarlo. Tenía fín el arco iris, pero no encontre en el final de él ningún caldero con oro, sólo una sombra oscura y algunos chicles pegados en la vereda.
Comencé a dudar de que fuese un arco iris auténtico. Pero no podía estar pintado en la vereda, porque brillaba. Salvo que sea con alguna de esas pinturas con las que pintan a los carteles de tránsito, pero no, no era.

Era un arco iris en la vereda. Yo me lo encontré, y ahora es mío. Pensé. Pero, ¿cómo llevármelo? Intenté agarralo con mis manos y no pude. Estaba como pegado al piso, casi formando parte de él. Lo rascaba con la uña y aún así no conseguía despegarlo. No pensaba irme de allí sin obtener tan preciado hallazgo. Intenté de todo: pedirle por favor para que se meta en mi bolsillo, pisotearlo fuertemente para hacerle alguna arruga, inventarle un arcoiris fabricado con un prisma para que no se sienta solo, barrer la vereda e intentar reconstruirlo a partir de la mugre juntada, disfrazarme de osito cariñoso para que salte a mi panza, y nada. No había caso.

Cansado, me senté a ver mi arco iris. El sol nos enviaba sus últimos rayos del día, y el arco recto comenzó a debilitarse. Los antes brillantes colores, se confundían con los azules y grises de la noche. Y así tan misteriosamente como apareció, se esfumó en la vereda gris tan sólo iluminada por las luces de la calle.

domingo, mayo 07, 2006

Ingeniero

Cuenta la historia que en una gran planta automotriz, estaba un operario de máquinas haciendo su trabajo como todos los días. Entonces, la máquina hizo un ruido extraño y se detuvo. El operario intentó arrancarla sin éxito, revisó el aceite, la abrió tocando algunas cosas que le pareció que podía ser, e intentó nuevamente, y nada.
Las horas pasaron y la máquina seguía sin arrancar; la cadena de producción se había detenido y estaba generando grandes retrasos en la producción, hasta que el jefe mando a llamar a un ingeniero.
El ingeniero vino, intentó arrancarla, escuchó un ruido característico, abrió su caja de harramientas, y con un destornillador ajustó uno de los tornillos en el interior de la máquina. Intentó de nuevo arracancarla... y arrancó.

Más tarde el jefe de área le dice al ingeniero:
- Muy bien ingeniero ¿Cuánto es?
- Mil quinientos dólares.
- ¡¿Mil quinientos dólares?!. ¿¡Por sólo cinco minutos de trabajo?!
- No, son cinco minutos para ajustar el tornillo, y cinco años de estudio para saber qué tornillo ajustar.


Las carreras de ingeniería en particular tienen ese problema, y en la mía, sobre todo si manejamos cosas intangibles como el software o el conocimiento, este fenómeno es mucho peor. Veamos un ejemplo:
Si voy al médico, tengo que pedir turno, me cobra, quizás hace un análisis de 10 minutos, y me dice que estoy sano. En esos 10 minutos ganó el valor de la consulta estipulado y pienso: se lo merece.

Ahora bien, viene un compañero y te dice -Vos que sabes de eso de computación, tengo un problemita en la PC de casa...
Y uno le responde -Si, tenés que tocar acá y va a funcionar bien.
- Ahhh, que grande que sos, muchas gracias!
- Si, son cincuenta pesos.
Y la persona te miraría asombrada pensando, ¿y éste de qué se las dá? Ni loco pagaría cincuenta pesos por un consejo de computación de 5 minutos!

Piensen un poco, comparen estas historias, y díganme lo que piensan.

jueves, mayo 04, 2006

Jigsaw

El rompecabezas tiene muchas piezas, y algunas poseen formas tan irregulares que a priori podría decirse que no quepan en ningún lugar, pero la imagen de la caja indica que es posible construirlo. A veces uno se deja llevar por el entusiasmo que provoca la imagen de la caja, y cuando realmente ve que tiene 1000 piezas, y que ni haciendo fuerza coinciden entre si, se empieza a frustrar.

Ahi surgen diversos tipos de comportamientos, están quienes abandonan tras sólo intentarlo un par de veces, quizás porque les aburre la actividad, o les frustra no poder hacerlo por sí mismos. Otros, en cambio, apelan a la violencia y a las decisiones drásticas, hacen todo por la fuerza, provocando la rotura indefectible de las piezas y sin obtener el resultado esperado. Otros más despistados pierden las piezas y luego pasan más tiempo buscándolas que armando el rompecabezas en sí. Están aquellos hábiles, con experiencia, que son capaces de resolverlo en segundos. Otros, pobres, muy lentos como para calzar un par cada tanto. Los hay ordenados, los hay caóticos, los hay suertudos, y muchos otros ciegos. Y pacientes e impacientes.

Lo cierto es que cada uno tiene su forma de resolverlo, y la de cada uno no se aplica al resto. Así que te pido, si te faltan algunas fichas en el tuyo, no pierdas tiempo y tratá de resolverlo, sino quizás un viento malvado tire abajo todo el trabajo realizado y tengas que empezar de nuevo.

Tooodo el contenido de este blog, durante todo este tiempo, fue, es y será propiedad de Paul. Si querés robarte algo por favor, poné una referencia a este humilde autor.
CopyLeft 2005. Enredos. Todos los post tienen doble sentido, solo que muy pocos lectores son capaces de encontrar el segundo.